CEO-COFUNDADOR

Estamos instalados en  la  época de la tecnología puntera, actualizable día a día, con nuevas reglas, paradigmas que constantemente se desvanecen. Retos sin precedentes en la historia del comercio mundial vienen diseñando un complejo escenario en el que todo el mundo está observando cómo nos enfrentamos las empresas unas a otras. Nunca será la competición con las empresas  la  obsesión de Salamar, sino la voluntad de Servicio y de colaboración, por lo que su crecimiento no se ha basado en la comparación con la competencia sino en la dinamización, generación de nuevos proyectos y en la excelencia.

Los cambios en el mundo económico  llegaron para quedarse y el movimiento de los sistemas de negociación, transporte y ventas es constante. Las organizaciones nos acabamos licenciando en el manejo de los cambios, como parte de una estrategia vital para consolidar resultados y ser más competitivos. Nacimos con una extrema necesidad de nuevas estrategias no sólo enfocadas a mercados y procesos productivos, sino a la parte humana de los mismos y es que no desconocemos que es ahí donde nacen la mayoría de problemas de las organizaciones, en las relaciones interpersonales y de equipos y áreas funcionales.

Salamar y su organización nunca ha manifestado un solo conflicto. Porque su personal y sus asociados siempre han reconocido e identificado su líder, su CEO. Su liderazgo no se vincula sólo con capacidades individuales y psicológicas, sino con resultados, es por esto que la fórmula del liderazgo eficaz es coraje+constancia+pasión+habilidad+resultados.

No basta con ser una de las mejores empresas, y haber recibido premios y grandes resultados, es necesario saber dominar los cambios, estar por encima y anticiparse a través de un proceso de estructuración, creando también otros líderes con nuevas competencias; congruentes, inteligentes, que emanan confianza, con misiones, objetivos  inteligentes, formados y vocacionales, que formen y trabajen en equipos de altas especializaciones, que acumulen sinergias, que seleccionen y emanen positividad  y estén preparados para intervenir en la toma de sus propias decisiones.

Una vez obtenida la empresa que uno sueña, con delegaciones en las plazas más importantes del mundo, desde Europa, América, Asia u Oriente Medio, clientes y contactos deben seguir encontrando nuevas ilusiones, renovadas ideas y sentirse partícipes de un proyecto que trasciende y que tiene vida propia desde su misma creación.

Salma y Salamar están presentes en las grandes plazas del comercio internacional, participan en buena parte de los más importantes negocios financieros, en la emisión de títulos de garantías y su monetización y en la compraventa de las mayores operativas de metales preciosos y todo tipo de commodities, constituyéndose en uno de los referentes de las mayores operaciones de productos alimentarios y una de las más reconocidas empresas de servicios jurídicos.

Es una empresa, no un Estado, pero sí reside y se expande en muchos estados y además consigue colaborar  con ellos en una de las finalidades más estimulantes para sus filantrópicos objetivos, que realiza a través de su propia Fundación:  la ayuda a los más pequeños, la protección de los niños abandonados, maltratados o de los niños pobres. Y es que sus resultados más brillantes no se valoran en dinero sino en sonrisas de los niños más desfavorecidos, porque el objetivo inicial es el trabajo y sus resultados sí, pero el motivo final que justifica todo el esfuerzo es colaborar en la medida que sea posible en la mejora del mundo. Y para ello Salma no delega responsabilidades, sino que las asume y dirige todas, incluyendo la propia Fundación que realiza una de las funciones más determinantes  y reconocidas de la cooperación social.

Estos motivos altruistas unen los sentimientos propios y ajenos en un objetivo común y confunden empresa y Fundación para garantizar la estimulación de todos, la fidelización y la consecución de los resultados y al mismo tiempo el crecimiento de la empresa garantiza la expansión de los objetivos sociales. 

Una empresa abierta al mundo hoy tiene que ser una empresa con la ambición y la ilusión renovadas, capaz de innovar y adecuarse al cambio y a las nuevas necesidades del mercado. Por esto una de las grandes apuestas del futuro inmediato será la expansión de la cadena de sus propias franquicias con el objetivo de superar las 1.200  nuevas sedes al final de esta década. Para facilitar el intercambio comercial se van a implantar centros logísticos propios para la distribución de commodities en Norteamérica, Europa y Oriente Medio y se creará en los próximos años en Dubai un gran Centro de Empresas de producción, distribución y comercialización de derivados del petróleo que facilite y de seguridad económica de estas operaciones. Al mismo tiempo que se creará un centro de investigación para el desarrollo de energías alternativas.

Sabemos que con la ayuda de todos lo conseguiremos.